Los videos musicales han sido durante mucho tiempo un elemento básico en la promoción musical, definiendo visualmente tanto a los artistas como a las épocas. Sin embargo, hoy en día, el papel del video musical parece estar desapareciendo, y muchos se preguntan si todavía tiene la misma relevancia que antes. Aquí hay un desglose de la evolución en curso del video musical, y por qué algunos piensan que podría estar perdiendo su influencia en un mundo dominado por el streaming.
1. Un diluvio de lanzamientos, aunque la mayoría pasan desapercibidos
Considere esto: aunque los videos musicales parecen haber perdido su relevancia, aún salen más de 2000 nuevos cada año. Aquí está el punto decisivo: aunque surgen cantidades masivas de contenido, gran parte de él no tiene ningún impacto real ni lo aprovecha. Es muy fácil, en un espacio digital tan abarrotado, que los nuevos lanzamientos desaparezcan en el mar de contenido. Los videos musicales están en creación, pero muchos pasan desapercibidos, enterrados debajo de nombres más grandes y otras formas de entretenimiento.
2. La brecha de audiencia: de millones a marginal
Luego están los éxitos colosales, como el video de Ariana Grande para "Seven Rings", con su tropecientos millones de vistas. Por otro lado, la mayoría de los videos musicales de artistas que son independientes o relativamente desconocidos no llegan ni de lejos a esa cantidad de vistas. Esto indica hasta qué punto se ha distorsionado la atención de la audiencia: los artistas populares tendrán cifras de audiencia masivas, mientras que otros luchan por encontrar una fracción de esa audiencia.
Esto plantea la pregunta de qué es lo que realmente se necesita, si es que se necesita algo, para que un video musical se destaque hoy en día: calidad, marketing o simplemente reconocimiento del nombre.
3. Los videos musicales ya no son una necesidad
Hubo una época en la que los videos musicales eran una necesidad cuando se trataba de promocionar una nueva canción. Eran eventos en sí mismos, que se transmitían en MTV o YouTube y servían como herramientas importantes en la estrategia de marketing de un artista. Ese ya no es el caso hoy en día, ya que los tiempos han cambiado y el video musical ha asumido un papel diferente. Con Spotify y Apple Music al alcance de la mano, es habitual que las canciones se conviertan en éxitos sin que haya ningún vídeo musical adjunto.
Los vídeos musicales han pasado de ser una parte integral de la promoción a un medio más festivo o artístico. La mayoría de los artistas de hoy utilizan los vídeos como otra vía para expresar su visión creativa, en lugar de ser una necesidad promocional integral. Esto ha dado lugar a que la demanda de vídeos musicales ya no sea realmente necesaria para impulsar el éxito de una canción.
4. Ruido de fondo: la forma en que los vemos ha cambiado
Otro gran cambio se está produciendo en la forma en que consumimos vídeos musicales. La mayoría de las personas ya no se sientan a ver un vídeo, sino que pueden simplemente reproducirlos de fondo mientras hacen otras cosas, o pueden estar simplemente escuchándolos pasivamente. Los elementos visuales, que alguna vez fueron tan cruciales para que un vídeo musical fuera lo que se suponía que debía ser, a menudo no se ven hoy en día.
Pero eso en sí mismo es una anulación del aspecto mismo que hizo que los vídeos musicales fueran únicos: nadie está mirando; todo lo que hacen es escuchar. ¿De qué servía, entonces, hacer todo este arte elaborado?
5. El impacto de la era del streaming en los vídeos musicales
Este aumento de los servicios de streaming está cambiando la forma en que se consume música. Con plataformas como Spotify y Apple Music centradas en el consumo de audio y enviando todo lo visual a la periferia, los cambios en la industria del audio están alterando la forma en que consumimos música y, en consecuencia, los vídeos musicales.
Algunos pueden preguntarse: ¿los vídeos musicales evolucionarán algún día y adoptarán nuevas formas, o son puramente una cosa del pasado? Incluso con el streaming de audio ocupando el primer lugar, la demanda de vídeos musicales puede reducirse aún más porque el público parece estar mucho más interesado en simplemente escuchar la música que en experimentar el contenido multimedia.
Conclusión: ¿Qué sigue?
Entonces, ¿el vídeo musical ha muerto? No del todo, pero su papel está cambiando sin duda. Para algunos artistas, representa una forma de celebrar su música con sus fans de una forma creativa y visual, mientras que para muchos, su relevancia está disminuyendo a medida que las plataformas con un diseño de audio prioritario toman el control. Cuanto más nos adentramos en la era del streaming, más turbio se torna el futuro de los vídeos, pero una cosa es segura: el vídeo musical, tal como lo conocíamos, puede que nunca vuelva a ser el mismo.