Tras su decisión de despedir a 37 empleados el pasado noviembre, la empresa de distribución musical DistroKid sigue bajo presión del sindicato que representa a sus trabajadores.
El sindicato criticó a la corporación en su momento, diciendo que cinco de los siete miembros de su comité de negociación y el 50% de sus empleados sindicalizados se vieron afectados por los recortes previstos.
Bill Bores, presidente de la sección del sindicato que representa a los empleados, ha estado hablando con Billboard sobre los despidos, que resultaron en la sustitución de empleados estadounidenses por un equipo de apoyo subcontratado en Filipinas, y el lento desarrollo de las conversaciones con DistroKid sobre la negociación colectiva.
En lugar de apuntar a sindicalizar a los trabajadores estadounidenses, DistroKid declaró en su momento que el cambio tenía que ver con la transición a un servicio de asistencia para clientes mundial, 24 horas al día, 7 días a la semana.
Aunque los cambios políticos más amplios están obstaculizando actualmente los esfuerzos del sindicato, este ha estado tratando de afirmar que este no es el caso.
Tras el despido de uno de los miembros de su junta directiva por parte del presidente Trump, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) no puede recibir quejas ni tomar medidas coercitivas. Por ello, Bores decidió dirigirse a los medios de comunicación e instar a DistroKid a volver a la mesa de negociaciones.